Introducción
El sistema educativo es responsable de
sus propios límites, paradójico imaginarlo de otro modo, cada
elemento en la vida es responsable directo de su hechos, pues bien es
en el presente donde está la importancia, donde hay que concentrarse.
Aún así, es cierto que la situación
actual es reflejo de lo que hemos vivido y no podemos olvidarlo, quizá
sí dejarlo atrás, para no cargar con ello y afrontar la actualidad sin
el peso del pasado.
En cuanto a su creación
Esta claro que hay defectos, quien no
cambia de opinión de un día a otro sobre alguna cuestión... quizá
claro, a la hora de afrontar situaciones complejas se requiere más
tiempo para pensar.
Ahora bien todo en la vida tiene
límites, llega un momento donde se hace acopio de valor y se afirma lo que esta poco seguro. Así nos aseguramos y si no lo tenemos
nosotros, claro nos fiamos de la seguridad del compañero.
Quizá me haya excedido a la hora de
imaginar cómo llegó a instaurarse nuestro sistema educativo, pero no veo porqué no fiarme de mis experiencias.
El caso es que surgió a la luz y lleva
con nosotros unos cuantos años, seguramente hasta el siguiente
cambio de gobierno y nuevamente vuelta a cambiar. Eso sí, los
profesores seguirán siendo los mismos.
Referente a los que enseñan
El arte de enseñar es incuestionable,
cualquier persona que se haya puesto delante de alguien con la
intención de enseñar algo experimenta multitud de sensaciones.
Nuevamente me baso en mis experiencias:
Repasas tus conocimientos en base a las
percepciones que recibes de quien/es tienes delante y adaptas el
contenido de las sesiones en base a eso.
Esta claro, esto sólo ocurre al
principio, a medida que pasa el tiempo cada vez es más difícil... Buscas nuevas ideas donde sea, preguntas te informas, haces cursos... La búsqueda no cesa nunca.
Conclusión
Al fin y al cabo pese a
los errores conceptuales que pueda tener un sistema educativo los
profesores dan la cara y hacen lo que buenamente pueden, una buena
labor.
En los años que llevo estudiando se ha producido
un cambio considerable y hacia una dirección realmente correcta.
Así es el caso, cuando inicié mi
primera aventura allá por el 2000 con el nombre “Licenciatura en
Química” las sensaciones de un alumno, a través de mis ojos,
difícilmente eran comparables a las actuales. Dudo que solamente se
deban al cambio en el sistema educativo, sin duda he cambiado, aún así no hay que subestimar lo que se puede conseguir en 10 años de
trabajo, ya que se ha conseguido un cambio a mejor a ojos de este alumno.
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